Conocer algo de Alquimia - Primer Artículo

La Alquimia Mental es la más poderosa obra personal

Para hablar de Alquimia debemos explicar el descubrimiento de la Tabla de Esmeralda o Tabla Esmeralda, es un texto corto y de carácter críptico, atribuido al legendario Hermes Trismegisto, que todos los grandes alquimistas han considerado como el fundamento teórico de este arte. Aparece documentado por primera vez en la tradición islámica. Los textos musulmanes narran el hallazgo de esta tabla y son profundamente apasionantes, la Tabla estaba en una cámara dentro de una de las pirámides de Egipto, ¡imagínense!, encontrándose también una estatua (de Hermes) con la siguiente inscripción: 

"He aquí, yo soy Hermes, aquel que es triple en sabiduría. He puesto en evidencia, y a los ojos de todos, estos signos maravillosos, pero en seguida los he vuelto a velar por mi sabiduría, a fin de que nadie llegue a ellos si no es un sabio como yo. En el pecho de la estatua se leía en el idioma original (siríaco): "Aquel que quiere aprender a conocer los secretos de la creación y de la naturaleza, que mire bajo mis pies". 

Dicen: "Nadie encuentra ni entiende nada, hasta que un sabio descifra el enigma y puede leer la famosa Tabla de Esmeralda, revivificando lo que estaba enterrado". La estatua de Hermes con la Tabla fue encontrada en el valle de Hebrón, es una localidad palestina situada en Cisjordania, y una de las ciudades permanentemente habitadas más antiguas de Oriente Medio, situada a 30 kilómetros al sur de Jerusalén, y enclavada en los Montes de Judea, es la segunda ciudad más grande de Cisjordania y la tercera más grande del Estado de Palestina, allí, según la tradición hebrea, es donde se encontraba la cueva de Macpela, en la que decían estaba el cuerpo de Adán, según dicha tradición. Lo cierto es que se mezclan las tradiciones de distintas culturas y lo que una indica, la otra lo explica. Si se considera a Adán como la parte divina que está dentro del hombre y que, como dice el Zohar, no puede revivir hasta que Abraham entre en la cueva y lo resucite, podemos también comprender que el texto de la Tabla Hermética (Esmeralda) en donde están escritos los secretos de la creación y de la naturaleza corresponde al secreto del Adán interno dentro de los hombres. Todo esto entiéndase en lenguaje SUPER SIMBÓLICO. La Tabla de Esmeralda nos instruye sobre este Adán interior (DIVINO) y la sabiduría como meta; o sobre el ser divino dentro de cada uno, o sobre la parte cuántica, almática, espiritual de cada persona, que es lo que se diría en estos tiempos al respecto...

La Alquimia estaba íntimamente vinculada con la astrología, ya que el sabio antiguo buscaba una correlación entre los asuntos del misterioso cielo estrellado y los de la fecunda tierra, entre lo de ARRIBA y lo de ABAJO; y aspiraba a SABER o SABOREAR tales asuntos para su propio beneficio.

En ese sentido, entre los intereses de la alquimia figuraban los de las disciplinas modernas: química, metalurgia, física, medicina y semiótica, pero, también el misticismo y las bellas artes. Era una disciplina protocientífica y una disciplina espiritual, a la vez.

El nombre Alquimia proviene del árabe al-khimiya, de donde surgió también la palabra “química”. Este término árabe probablemente provenga del vocablo griego khumeia (“verter juntos”, “soldar” o “alear”) o del persa kimia (“oro”), ya que era el fin de la alquimia transformar metales innobles en oro.

Otra corriente sugiere que el origen del término es la voz egipcia kême, que se empleaba como el nombre de Egipto, ya que de allí provenían los más antiguos textos usados por los alquimistas para "el arte de fabricar oro y plata”, según las palabras del emperador romano Diocleciano (244-311), quien ordenó quemarlos en un decreto del año 300.

La Alquimia tuvo mala fama durante gran parte de su historia. En algunos sitios del mundo solía ser un mal arte de engañadores y charlatanes, y en la Europa cristiana medieval fue tenida como fuente de saberes mágicos ocultos, brujería y cabalismo.

Texto de la Tabla de Esmeralda:

Lo que está arriba es como lo que está abajo, y lo que está abajo es como lo que está arriba, para perpetuar los milagros de una sola cosa. Y como todas las cosas han sido por uno y han provenido de uno por mediación, así todas las cosas han nacido de esta cosa única por adaptación. El Sol es su padre y la Luna su madre, el viento la ha llevado en su vientre y la Tierra es su nodriza. El padre de todo, el telesma, está aquí. Y su fuerza y su potencia es entera si es convertida en tierra. Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, suavemente y con habilidad. Asciende de la tierra al cielo y de nuevo desciende a la tierra y recibe la fuerza de las cosas superiores e inferiores. Tendrás por este medio la gloria de todo el mundo y por ello toda oscuridad huirá de ti. En esto está la fuerza fuerte de toda fuerza, ya que vencerá toda cosa sutil y penetrará toda cosa sólida. Así fue creado el mundo. De esto serán y saldrán admirables adaptaciones cuyo medio está aquí. Por esto soy llamado Hermes Trismegisto teniendo las tres partes de la filosofía de todo el mundo. Es completo lo que he dicho de la operación del Sol.

PRÁCTICA A LO LARGO DE LA HISTORIA:

La práctica alquímica fue común en zonas tan diversas como las antiguas Mesopotamia, Egipto, Persia, India, China, Grecia y Roma, pero sobre todo en el Imperio Islámico (632-750 D.C.) y en Europa del medioevo. Abarcaba una amplia y compleja red de escuelas y vertientes a lo largo de casi 4000 años de historia. 

La alquimia oriental tuvo su origen en China e India. 

La primera estaba vinculada con el Taoísmo, y posee en textos de esta antigua filosofía su mayor base bibliográfica. Tiene importantes coincidencias con la medicina tradicional china, con la astrología china y con el Feng Shui. La alquimia china fue una especie de proto-farmacología. Es posible que la pólvora fuera uno de sus grandes descubrimientos, y la búsqueda del elixir de la inmortalidad su gran finalidad.

En cuanto a la variante india (hindú) de la alquimia, es una tradición menos conocida, se definía como “el arte de obtener el zumo, jugo o néctar” (Rasa) de las cosas, la Rasayâna. También dicen que Rasa connota un concepto en las artes indias o hindúes sobre el sabor estético de cualquier obra visual, literaria o musical. Los alquimistas de la India buscaban sanar a los enfermos y rejuvenecer a los viejos. Su objetivo fue obtener el moksha: la perfección, liberación o inmortalidad. En el hinduismo, el término sánscrito moksha se refiere a la liberación espiritual. La experiencia de moksha se refiere a la liberación del hombre de las ataduras del karma, significa trascender al conjuro de maia y es uno de los objetivos del hinduismo. Se emparenta frecuentemente con la medicina ayurvédica y con otras tradiciones metafísicas de la India.

Por otra parte, la alquimia occidental nació en Egipto, a inicios del período helénico (300 A.C.), en la ciudad griega de Alejandría, donde luego surgió la célebre biblioteca que llevaba su nombre. Fue fruto de la herencia hermética egipcia, cuya figura central fue el citado Hermes Trimegisto, que muchos afirman que es la fusión del Thot egipcio y del Hermes griego.

La tradición hermética fue reinterpretada a la luz de las visiones griegas: pitagórica, jonista y gnóstica, que proponían la explicación del universo a partir de los números, la concentración de los fenómenos naturales y la adoración de un cosmos imperfecto.

A esta vertiente pertenece la teoría de los cuatro elementos, que veía en toda materia existente una proporción de tierra, aire, agua y fuego. Esta tradición fue luego transmitida al Imperio Romano, en donde se practicó hasta el surgimiento del cristianismo, desde luego, empezó a verse a la Alquimia como una serie de saberes paganos y heréticos, los alquimistas fueron considerados herejes como natural consecuencia de la dominación ejercida por las autoridades de aquellas épocas.

Buena parte de los saberes alquímicos se practicaban en la Europa Medieval, durante el periodo del oscurantismo. Astrológicamente hablando estaban en la Era de Piscis, caracterizada por "el navegar en aguas secretas y oscuras al hablar de la espiritualidad del ser humano". Sin embargo, luego de la caída del Imperio Romano, fue el mundo islámico en donde florecieron estas artes, libres de la persecución religiosa cristiana.

En el Imperio Islámico fue donde realmente floreció la Alquimia Medieval, añadiendo enormes aportes a la tradición que se sostenía en los textos traducidos del griego de Platón y Aristóteles: un contraste importante con occidente, donde muchos textos alquímicos se perdieron para siempre.

Luego, la alquimia islámica o de la zona árabe fue la encargada de reintroducir los fabulosos saberes a occidente, en donde se sentaron las bases para el nacimiento de la Química.

EL PADRE DE LA ALQUIMIA:

Jabir ibn Hayyan es conocido en Europa como Geber, un sabio árabe de la Edad Media y considerado el padre de la alquimia. Él es uno de los fundadores o pioneros de la farmacología y de la química moderna. Su figura y nombre están rodeados de brumas que alimentan a su mito. La leyenda le atribuye la autoría de entre 300 y más de 1000 obras sobre: filosofía, alquimia y química. Sin embargo, las dudas y la controversia al respecto surgen desde las  primeras referencias biográficas (conocidas) dedicadas a su figura y datadas en el siglo X. A pesar de tales dudas, él es considerado el padre de la alquimia para muchos del mundo occidental, entendiendo que en oriente, en China y en India, también se desarrolló la Alquimia, pero el idioma de tales regiones más el hermetismo propio de la disciplina en la época astrológica de la Era de Piscis tienen todo que ver con el secretismo que siempre va a rodear a los orígenes de este antiguo saber.

SOBRE LA PIEDRA FILOSOFAL:

La búsqueda de la Piedra Filosofal no está ya tan de moda hoy en día. Un alquimista de siglos atrás, Alejandro Sethon, el famoso alquimista escocés del siglo XVII, más conocido por el nombre de "el Cosmopolita", escribía en su época: Se considera a la Piedra fiosofal como una pura quimera y las personas que la buscan son tomadas por locas. Este desprecio, dicen los filósofos herméticos, es un efecto del justo juicio de Dios que no permite que secreto tan precioso sea conocido por los malvados e ignorantes. Antes era una locura para la mayoría de los hombres cuerdos, y en estos días es un gran absurdo. Esta disciplina ha caído en un descrédito total, que casi todos ignoramos su finalidad y sus medios. Si leemos algún viejo libro de Alquimia, hasta el estilo nos parece confuso, las fórmulas raras, la química bien fantasiosa y sin base, sorprende que tantos hombres de siglos pasados hayan podido gastar toda su vida en un estudio tan quimérico.

Sin embargo, leyendo tales libros no se sabe si se tratarían de charlatanes que esconden su ignorancia con falsas apariencias, o si son sabios verdaderos que ocultan cautelosamente su sabiduría tras las púas de un estilo confuso, con el fin de probar la sagacidad y la sabiduría del lector. Ambas hipótesis son verdaderas.

La mayoría de los alquimistas fueron usurpadores de tal título, eran simples "sopladores de carbón", como se decía anteriormente para denominar su falsedad, porque no conocían la verdadera materia sobre la cual debían trabajar, ni la naturaleza del Fuego de los Filósofos. Los más afortunados acabaron descubriendo alguna sal purgativa, algún procedimiento para la fabricación de la porcelana o de cerillas de azufre. Fueron los antepasados de los científicos modernos. 

Los abismos que separan a la Ciencia Moderna de la Gran Obra Alquímica son absolutamente infranqueables y esta es la razón por la que nuestra época ha perdido gran parte de su nostalgia como tal.

Mientras nos dirijamos hacia la Alquimia con los prejuicios de un ser del siglo XXI, esta disciplina nos estará "herméticamente" cerrada. Los Alquimistas más cerrados dicen que su ciencia es la de Dios Mismo o de la Creación del Mundo, que sin inspiración divina es imposible llegar a la posesión de esta bendita Piedra de los Sabios o Piedra Filosofal que confiere el señorío sobre toda la naturaleza, que les socorre en todas sus necesidades, que les asegura incluso la posesión de la vida eterna y de la juventud. La piedad, la fe, el amor hacia un Dios Todopoderoso, son conceptos que separan radicalmente a los Sabios Antiguos de nuestros Sabios Modernos porque los actuales ya no acostumbran a pedir la inspiración del Espíritu Santo.

El profeta Daniel ya proclamaba: Bendito el nombre de Dios de siglo en siglo; porque suya es la sabiduría y la fuerza. Él es el que muda los momentos y los tiempos; quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios y el saber a los inteligentes. Él revela las cosas profundas y escondidas, conoce lo que está en las tinieblas y mora con Él la luz... Amad pues a Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma y a vuestro prójimo como a vosotros mismos; pedid esta ciencia a Dios con insistencia y con perseverancia y Él os la concederá...

Hojeando los viejos libros de Alquimia, se podrían citar infinidad de textos de este tipo... También se separa la Alquimia de la Ciencia Moderna por su amor a lo secreto y al ocultismo. La ciencia de nuestros días, múltiple y complicada, está abierta a todo el mundo... Los antiguos sabios o alquimistas querían evitar que sus conocimientos cayeran en manos de los malvados. Este arte solamente se revelaba en la simplicidad, en la pureza y en el amor. Sin embargo, luego de los últimos acontecimientos, el mundo necesita y está preparado para liberar la información, no es esta la misma Era que protegía al Conocimiento en el Oscurantismo y en el Secretismo. Tal vez muchos se enojen conmigo, pero, yo deseo transmitir conocimientos valiosos, confío en que hay muchos seres como yo que también sienten necesidad de comunicar e informar lo que saben y que han probado con éxito... Es más, en muchas disciplinas actuales se observan grandes cambios en las personas desde lo sutil a lo denso, el conocido como Nuevo Pensamiento es una prueba de ello. Este conocimiento ancestral es un regalo que solo un mezquino se lo quedaría para sí, entiendo que la desinformación y la oscuridad son más peligrosas que la transparencia y la información, desde luego, me comprometo en promover, además, el entendimiento de estos conceptos, dando un paso más que la simple información.

Muchos clasifican a la Alquimia o Arte de las Transmutaciones entre las ciencias ocultas al mismo nivel que la astrología, la magia, la medicina alternativa, las artes adivinatorias, etc. En realidad, la Alquimia no es una de las ramas del esoterismo (esoterismo como lo invisible), es su Llave o Piedra Angular.  Otros consideran a la Alquimia o Hermetismo como un conjunto de símbolos metafísicos, complicados y abstractos. Desde Descartes, sobre todo, el espíritu humano sigue un proceso cada vez más acelerado que tiende a reducir el Saber a fórmulas abstractas. Las influencias de la metafísica, tanto oriental como occidental, más toda la corriente de sabiduría oriental en sí, refuerzan estas tendencias.

La abstracción exagerada se ha vuelto una enfermedad de nuestro espíritu, a veces hace falta ver que el sol nos ilumina y que es una materia también. El verdadero conocimienio no es abstracto sino operativo y "encarnado" en obras visibles. Los Maestros de la Alquimia hablaban de la Gran Obra, del Arte Operativo: obrar, laborar, orar, hablar, hacer, crear, ser.

Finalmente, algunos ven en la Alquimia un método de realización mística, una especie de "yoga occidental". Se habla fácilmente de una Alquimia Mística, Mental o Espiritual. Este entendimiento es el que adopta el Centro de Renovación LEI, una alquimia mental, pero, para ver RESULTADOS en la persona como un ser físico y cuántico a la vez, dentro de un espacio-tiempo circular y rítmico, existente arriba y abajo, adentro y afuera, antes, durante y después, en crecimiento y expansión, no creándose ni destruyéndose sino transformándose, cumpliendo en todo momento leyes universales de las cuales depende.

En el sentido meramente espiritual, se conocen oficialmente a tres alquimistas entre todos los santos que la Iglesia Católica ha llevado a los altares: el bienaventurado Ramón Llull, san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino. Hablando de santos, la concepción puramente metafísica de la Alquimia, en el mejor sentido del término, nos lleva a considerarla solamente como una meditación para un conocimiento abstracto de la esencia del Padre. Pero, este conocimiento es puramente especulativo y abstracto. El verdadero conocimiento está completo en el misterio de la Encarnación: "Quien ve al Hijo ve al Padre y nadie puede ir al Padre si no es por el Hijo". No dejemos que estas palabras pierdan su sentido concreto si no las aplicamos a nuestro caso particular, en el día a día que nos toca vivir.

El término "mística" procede del griego mystikos, calificando en los misterios antiguos a los que habían sido regenerados de conformidad con la Medicina Hermética. Evidentemente, en ese sentido se puede hablar de Alquimia Mística. Alquimia Espiritual, vendría de "Spirilus", soplo; lo que tendría el mismo sentido, ya que el ser humano se vuelve espiritual recibiendo el soplo de Dios. En pocas palabras, el santo se preocupa de la salvación de su alma por la unión de su amor con el Amor de Dios. El santo no se preocupa de su cuerpo carnal, su verdadera realización es en espíritu, aunque pueda operar milagros en el mundo sensible. Su espíritu sería como un espejo de agua pura en el cual el cielo se refleja aquí abajo; pero, el Centro de Renovación LEI no es una iglesia ni secta, por lo que no busca santos que desprecien su cuerpo material, al contrario, es importante valorar al cuerpo carnal como parte visible del cuerpo espiritual, mental, almático o cuántico. 

Para terminar, el Arte Hemético tiene por objeto la metamorfosis o transmutación completa: alma, espíritu y cuerpo, en una indisoluble fusión que hace el milagro de una sola cosa. La Piedra Filosofal es la que transforma en oro o en cristal a aquellos metales o piedras sin valor ni brillo. Esto también debe entenderse SIMBÓLICAMENTE. El Centro de Renovación LEI toma estos conceptos y los adapta a los casos concretos de los problemas de cada cliente considerado en forma holística.

La verdadera semilla en la verdadera tierra, esto es todo el arte de la Alquimia, según muchos autores. El comienzo de la obra es oscuro porque es inconsciente, hasta que se lo descubre a través de distintos conocimientos en los que se debe apoyar el investigador para interpretar y entender cada caso.  

Hay un tiempo para todo, no se siembra en todas las estaciones. Los antiguos sabios, que establecieron los fundamentos de la Astrología, tenían algo mejor que hacer que levantar horóscopos semanales para el diario dominguero, ellos se dedicaban a: fijar el tiempo de las siembras, el de la germinación, de la flor, del fruto, de las cosechas, de las vendimias, prever el frío y el calor, la nieve y la lluvia fecundante, saber cuándo y cómo se forma el humus, cuándo se endurece la tierra bajo el invierno, cuándo la tierra se vuelve nutritiva y cálida bajo los amorosos rayos del sol. Este era el Arte de los Antiguos Sabios Astrólogos.

Todos los Sabios Filósofos, los Profetas de Oriente y de Occidente nos han dado sus enseñanzas en términos difíciles y simbólicos, ellos decían que la llave de la interpretación está en el Poder de Dios. Luego, nació un hombre llamado Jesús y cuando estuvo preparado nos enseñó claramente que Dios está dentro de NOSOTROS, es el entendimiento que da cuenta de que si la SABIDURÍA se ilumina en la Mente, entonces, Dios Es y Está. La Puerta se abre con una LLAVE MAESTRA: el Entendimiento. Los Sabios de todos los tiempos sólo han conocido un Único Misterio: el de la Encarnación, de la Muerte y de la Resurrección. Ahí coinciden todos. Ahí es donde son Sabios. Con diferencias de temperamentos, lugares, y expresiones. Los Misterios de Isis, de Osiris y de Horus en Egipto, los de Deméter y de Perséfone en Eleusi, los de Dionisos, las comidas sagradas de los Pitagórios, Lao-Tsé, Krishna, Zoroastro y Mahoma, ¿han venido a traer otro mensaje a los hombres? - No. Todos los misterios se podrían reunir en descifrar o entender la humanidad - divinidad  de Cristo, Jesús "El Cristo" o el transparente y brillante como el Cristal. Es importante entender a Jesucristo a partir del momento en el que es puesto en el seno de su madre, María, hasta su resurrección y su ascensión. El verdadero "mago" de su vida debe guardar y observar esta sucesión de hechos y pasajes, relacionándolos estrechamente con la Gran Obra para cada caso concreto en sus actividades. No se entienda la palabra mago como algo vinculado con la magia negra. Es una simbología para expresar la aptitud de transmutar un problema yendo a la raíz del mismo hasta obtener una solución armónica para el ser humano, considerado como un TODO. 

Concluir la Gran Obra es prácticamente un Misterio, pero, es comprobable que sí podemos realizar obras individuales concretas de transmutación durante el caminar hacia la Gran Obra, teniendo como modelo a la Gran Obra de Transmutación Total que realizó Cristo en sí mismo. Él también hablaba como un alquimista y obraba como quien tiene la Verdad en Sí Mismo. Muchos pasajes bíblicos dan cuenta de las transmutaciones individuales en la vida cotidiana hasta la Gran Transmutación, incluyendo los libros oficiales de la Biblia y los 972 textos encontrados a finales del año 1946 y siguientes (hasta el año 1956) cerca del Mar Muerto, los conocidos como rollos o manuscritos de Qumrán (Cisjordania).

Autora: Karolina

Artículo escrito para el espacio digital del Centro de Renovación LA ENERGÍA INICIAL - LEI.

Asunción, Paraguay. Marzo, 2022.

 

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